Quedó desfigurado, pero la muerte de un joven le dio la oportunidad de un nuevo rostro

Richard Norris tenía 22 años cuando se disparó accidentalmente en la cara con una pistola, destrozándose la barbilla, nariz, labios, dientes y lengua. No podía comer y quedó sin poder hablar bien debido a las secuelas del accidente. Richard sufrió mucho e pensaba constantemente en quitarse la vida, pero 15 años después, tuvo la oportunidad de un cambio, tras la muerte de Joshua Aversana.

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