Un suceso desagradable pero que carecía de importancia, resultó mortal para esta policia ucraniana de 35 años.
El pasado 1 de enero, Arina Koltsova detuvo a un borracho que celebraba a gritos y patadas la llegada del nuevo año en el centro de Kiev (Ucrania). Al ser esposado, el hombre se volteó hacia ella y le escupió en el rostro, meses después, descubrieron los terribles efectos de ese suceso.
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