La marcha nupcial más emotiva la generó Braden Mayer, un niño con síndrome de down que con su simpatía se robó el corazón de todos los presentes dando una entrada triunfal camino al altar. Al verlo entrar, todos los presentes se emocionaron.
Braden es hijo de Jenny Mayer, pero es importante comprender que la mayoría de los bebés normalmente aprenden en días o semanas, pero a los niños especiales a veces le toman meses o años. Es por eso que para este día tan especial, Braden se preparó con todas las de la ocasión y logró hacer una entrada que llenó todas las miradas de emoción por el carácter y fortaleza de este pequeño.
Esta sin duda fue una manera especial de incluir a un grandioso niño que muchas veces es discriminado, sin tomar en cuenta todo el potencial que tiene y mejor aún, la grandeza de su corazón y de quienes lo rodean.
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