“Salimos para ir a desayunar. La comida fue grandiosa, pero para nuestra desgracia, sin querer escuchamos a dos mujeres mayores sentadas junto a nosotros, conversando sobre los aborígenes. La conversación era poco menos que de mal gusto, con palabras como la asimilación.
“Podría haber desatado una discusión con ellas por su abuso, pero no habría ayudado. En su lugar, hice algo agradable y les compré un té, y les dejé una pequeña nota en el recibo. Tal vez estas mujeres serán un poco más prudentes y pensarán antes de hablar. ¡Esperemos que no haya una próxima vez! #blacklivesmatter #englishbreakfasttea”.
El mensaje en el recibo que les dejó fue:
“¡Disfruten el té! Cortesía de dos aborígenes sentados al lado de ustedes, en la mesa 26”.
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