La difícil transición de estrella porno a ¡madre de octilizos!

Natalie incursionó en la industria para mantener a sus hijos, pero en el transcurso se volvió adicta al Xanax para olvidar el dolor, pues afirma que no podía filmar estando en sus cinco sentidos.

Sus ocho hijos ahora tienen 7 años de edad, Jonah, Nariyah, Josiah, Maliyah, Isaiah, Noah, Jeremiah and Makai. Asegura que si no hubiera escapado de ese mundo, probablemente habría muerto por una sobredosis.
Trabajo durante cuatro años en la industria del cine para adultos, pero decidió que prefería pasar hambre a continuar con algo que no la hacía sentir bien, pero admite que no fue fácil dejar ese mundo, pues su manager la amenazó e incluso la metió en problemas legales.

Finalmente logró quedarse con gran parte de su dinero, pero tuvo que hacer otra película para adultos y algunas sesiones en bikini para poder pagar las facturas y mantener a sus 14 hijos.
“Todo lo que hice fue por dinero para poner comida en la mesa”, dijo. “Esos dos años fueron tan oscuros. Descendí por un camino muy oscuro y destructivo”, señala y afirma que sólo drogada podía hacer sus escenas.
Después de eso buscó un trabajo alejado de la cámara y lo encontró como enfermera en el Condado de Orange. Ahora Suleman se dedica a la consejería y terapia familiar.

Natalie, además, tiene dos hijos autistas y otro es mudo. Pero ella justifica el hecho de tener otro hijo teniendo ya seis porque siempre soñó con una familia grande.
“Fui tonta, pero mis hijos no fueron un error, ahora estoy casada con mi familia y los niños, no tengo tiempo para quitar de mis hijos y dárselo a un extraño”.