29 septiembre 2016 04:00
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Spunky conoció a su dueña y mejor amiga enmel 2004 en un refugio de animales donde Ashley Niels solía ser voluntaria en su tiempo libre, en Wisconsin.
En un evento de adopción le pidieron que escogiera a un perro que los representaría, quería llevar a Spunky pero cuando lo vio cubierto por barro y muy inquieto, tuvo sus dudas, sin embargo, terminó encariñándose con el juguetón perro. Al final del evento, ella misma llenó los papeles de adopción.
A su perro le encantaba la nieve, podía estar muchas horas jugando con ella y estar bien. Tiempo después se mudaron a Texas y todo iba de maravilla hasta que Spunky dejó de tener apetito. Cuando fueron al veterinario le indicaron que tenía cáncer. La noticia fue muy impactante y triste para Niels.
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mott.pe
“El día del diagnóstico, de pronto recordé que le prometí que lo llevaría a ver nieve otra vez. Han pasado un par de años desde esa promesa, pero nunca ha pasado. Ahora, encarando haber roto esa promesa, entré en pánico. Posteé una foto de él, escribiendo '¡Ayuda! ¡Necesito nieve!' Le prometí que vería nieve otra vez! ¿Dónde puedo conseguir un poco?”.
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Para su fortuna, un amigo de un refugio de animales encontró a alguien que alquilaba maquinas de nieve y, con la colaboración de donaciones, pudieron organizarle una pequeña despedida a Spunky.
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Pueda que no haya sido nieve real, pero la solidaridad de sus amigos, vecinos y familia significó mucho para los dos, y Niels está seguro de que Spunky también sintió todo ese amor.
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En sus últimos días, Spunky ya no tenía la fuerza suficiente para alimentarse o caminar; así que Niels se recostó a su lado mientras esperaban al veterinario que le aplicaría la eutanasia. A pesar del dolor, esos 12 años de amistad quedaran en la memoria de ambos.
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