Los médicos dijeron que este enfermo terminal no podría conocer a su hijo, pero se equivocaron

Ellos eran felices, todo estaba planeado, una próxima boda y además iban a ser padres, pero de repente el futuro de Cagney y Jessica Wenk, cambió.
Poco antes de que Jessica salga de cuentas, Cagney va al médico, donde recibe una noticia devastadora para él y su familia: con 26 años, le diagnostican un glioblastoma o tumor cerebral, de grado IV. Y eso no es todo, según los médicos, le quedan unos pocos días de vida.

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