De indigente adicto paso a ser millonario, ahora ayuda a otros como él y nos insoira con su historia

Se volvió un indigente adicto a la heroína, vivía en las calles, pesaba 72 kilos y estaba cubierto de úlceras.

En su libro I Forgot to Die (Olvidé morir), narra toda esta historia, desde cómo se volvió adicto a la heroína y casi muere en 2001, hasta cuando intencionalmente se inyectó una sobredosis de heroína en una fiesta en Malibú. Dos años después estuvo una temporada en la cárcel y de allí pasó a la calle.
“Llegué al fondo de todos los fondos. No había más que cavar, todas mis palas estaban rotas y no podía llegar más abajo, estaba acabado”, escribió.

Pero a pesar de eso, Rafati intentó volver a la sobriedad para intentar tener una mejor vida. Luego de desintoxicarse, fundó Riviera Recovery, una institución para adictos y alcohólicos; sin embargo, el momento que cambió su vida fue cuando un amigo lo introdujo al mundo de los jugos y los superalimentos. Empezó haciendo sus propios smoothies, mismos que les vendía a sus parientes.
“Tenía la intención de sanar y darle más fuerza a los pacientes. La letargia cuando estás sobrio es brutal, especialmente cuando vienes de un largo periodo de uso de drogas duras”.

Con el paso del tiempo sus smoothies no sólo le funcionaron a sus pacientes, eran tan deliciosos que los residentes de los alrededores empezaron a comprarle.
¿Así que qué hizo? Abrio su primer bar de jugos: SunLife Organics, una cadena ampliamente conocida y ubicada en seis distintos lugares de Los Ángeles.

A pesar de dejar las calles y volverse luego millonario, Rafati no olvida su pasado, y ahora contrata gente que necesita el tipo de ayuda que él buscaba hace 13 años. Él los orienta y los presiona tal como lo haría un padre.
La misión de Rafati es simple, es “amar, curar e inspirar”.