No te creerás la apariencia ‘milagrosa’ de estos cadáveres

El proceso de descomposición se hace presente cuando una persona muere. Una de las principales señales se da en el olor y claro, también se empieza a poner putrefacto, pero aunque no lo creas, no todos los cadáveres se enfrentan a este proceso.
Y es que cuando el corazón de alguien deja de latir, la sangre se coagula y por ello el cuerpo pierda temperatura y los músculos comienzan a endurecerse, algo que se conoce como rigor mortis. Luego, las células muertas se rompen y comienzan a liberar diversas sustancias que son como un caldo de cultivo para las bacterias y hongos que se encargarán de descomponer el cuerpo, disolviendo los tejidos.
Generalmente el cuerpo se hincha debido a la acumulación de gases, mientras que la piel se va marchitando. La duración de este proceso varía de acuerdo a diversos factores, como el clima. De hecho, las condiciones climáticas pueden hacer que esto se produzca o no, generando así la conservación del cuerpo... y bueno, hay varias circunstancias por las que la putrefacción de un cuerpo puede detenerse, y como mejor ejemplo está el embalsamamiento y la momificación, pero otros no tienen explicación.
Aquí te presentamos varios casos.

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