Todo comenzó cuando Eric recibió una llamada del Hospital de Knoxville. Una enfermera le pedía urgentemente sus servicios como “Santa”, ya que uno de sus pacientes, un niño de 5 años estaba a punto de morir, debido al cáncer en fase terminal que padecía, y su último deseo era conocer a Santa Claus.
Eric no perdió tiempo e inmediatamente se puso su traje y en 15 minutos se encontraba en el hospital. Al llegar, la familia del pequeño ya lo estaba esperando. La madre le dio un regalo, un juguete de la serie de televisión “PAW Patrol”, para que él se lo entregara a su hijo, cuya última voluntad era poder ver a Santa Claus.
Le pidió a la familia que permaneciera afuera, pues la tristeza, el dolor y el llanto de esos últimos momentos no le hubieran permitido realizar su trabajo, ya que a pesar de la situación, su deseo era darle un momento -el último- de alegría y felicidad a este niño.
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