En su época, para muchos resultaba extraño que la pequeña y frágil Kahlo pudiera haberse enamorado de Rivera, un hombre maduro y grande en todos los aspectos; pues pesaba más de 120 kilos, pero para ella: “Diego es tan amable, tan tierno, tan sabio, tan dulce. Yo lo bañaré y lo lavaré”. A su matrimonio lo llamaron “la unión entre un elefante y una paloma”.
Se casaron el 21 de agosto de 1929. Su relación consistió en amor, aventuras con otras personas, vínculo creativo, odio, un divorcio en 1939 y un segundo matrimonio un año después, hasta la muerte de Frida.
Se dice que ambos estaban coherentemente perdidos de amor, por ello te presentamos las dedicatorias que ambos llegaron a hacerse durante su tormentosa relación.
Comentarios 0