Carter de 8 años se sentía muy deprimido por creer que era diferente al resto de los niños de su edad. El pequeño tiene vitíligo y esta condición le afectaba gravemente hasta que conoció a Rowdy; un labrador con la misma enfermedad. En 2014 a Carter se le diagnosticó vitíligo, y desde entonces creció muy deprimido. Incluso, llegó a decirle a su mamá que odiaba su cara.
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