Durante los años 50 y 60, la fotografía urbana empezaba a considerarse una forma de arte, y el fotógrafo francés René Maltête le dio un buen empujón con sus divertidas y cándidas escenas.
En 1951, con 21 años, René se mudó a París, y 3 años después se compró una cámara Semflex 6x6 con la esperanza de hacer una carrera fotográfica seria. Sin embargo, su éxito fueron unas fotos no tan serias, escenas de la vida callejera llenas de humor irónico, mostrando que las cosas más divertidas que ocurren en la vida a menudo ocurren en el momento justo.
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